Desarrollo y socialización del cachorro
Cuando se tiene un perro,es importante saber que el correcto manejo del cachorro durante las primeras etapas de su desarrollo va a tener una repercusión directa sobre su comportamiento cuando sea adulto.
El mejor modo de asegurar una feliz convivencia en el futuro es llevar a cabo unas correctas pautas de manejo del cachorro. De esta manera se podrá prevenir la aparición de conductas inadecuadas.
El desarrollo de la conducta durante las primeras etapas de la vida es el resultado de la maduración del sistema nervioso central, los órganos de los sentidos (tacto, olfato, gusto, vista y oído) y la capacidad locomotora del cachorro.Estos cambios pueden resumirse en cuatro períodos o etapas.
El Período neonatal comprende las dos primeras semanas de vida del animal. Durante esta etapa, el cachorro dedica prácticamente todo su tiempo a dormir y a mamar.
qué podemos hacer ?:
– Es importante no empezar a manipular a los cachorros antes del tercer día de vida.
– Se tendrían que ejercer manipulaciones de intensidad creciente, empezando por simples caricias
– También debe tenerse en cuenta que no es bueno manipularlo durante los periodos de sueño
El Período de transición se trata de un período muy corto, que se corresponde con la tercera semana de vida. Empieza con la abertura de los ojos del cachorro y termina cuando aparece la audición.
El Período de socialización va desde la cuarta semana hasta la doceava se considera que es el período de socialización. Es la etapa más importante del desarrollo y en la que los dueños deben prestar una mayor atención al cachorro. El cachorro desarrolla un vínculo o apego por individuos de su misma especie o de otras especies como las personas; durante este período, el ambiente tiene un efecto particularmente intenso y duradero sobre el desarrollo del individuo.
¿ Qué debemos hacer en esta etapa?
– Aumentar el contacto de nuestro cachorro con otros perros (cachorros, adultos) y con las personas (niños, adultos, ancianos...)
– Habituar progresivamente al cachorro a todas aquellas situaciones con las que se encontrará cuando sea adulto: calle, parque, coches,ascensor, clínica veterinaria....
El período juvenil aquí el cachorro inicia el período juvenil la décimo tercera semana de vida y se prolonga hasta la madurez sexual. Hay que tener en cuenta que es imprescindible enseñar a nuestro perro/a las pautas básicas de obediencia.
Que tu perro no sienta miedo de ir al veterinario
Normalmente, la primera vez que tu perro vaya el veterinario, lo que suele ocurrir cuando es cachorro, no tendrá miedo. Puede estar un poco nervioso porque es un lugar nuevo, con gente que no conoce y se encuentra con otros animales extraños, pero si tu estas tranquilo él no debería reaccionar mal. Lo que también suele ser normal es que después de un par de visitas tu perro no quiera ni oír hablar de ir al veterinario. Bueno el caso es que sabe que le van a hacer daño así que bajo su punto de vista es mejor no acercarse por allí.
Es decir que tu perro ya habrá establecido una mala asociación entre ir al veterinario y sufrir dolor.
Antes de ir al veterinario conviene dar un largo paseo con tu perro para que este cansado y más manejable. Tendrá menos energía para ponerse nervioso.
Vete con tiempo. Es muy importante que tú estés relajado y tranquilo porque transmitirás ese estado de ánimo a tu perro. Si estás estresado porque llegas tarde o porque el perro no quiere colaborar, solo servirá para empeorar las cosas. Es muy importante que trasmita calma a tu perro y la manera de hacerlo es sentirla tu primero.
Si notas que tu perro está nervioso o tiene miedo, no intentes consolarlo, por que puedes empeorar la situacion. Eso es totalmente contraproducente. Los perros no son personas y no reaccionan como lo hacemos nosotros. Si alguien los intenta consolar abrazándolos o consintiéndolos cuando tienen miedo solo entienden que efectivamente, es una situación que hay que temer y que estamos premiándolos por mostrar señales de tener miedo.
Es importante que antes de ir al veterinario acostumbres tu perro al bozal. Los veterinarios lo suelen usar si ven que un perro está muy nervioso o tiene demasiado miedo, ya que es posible que en un ataque de pánico ataque.
También es muy importante que lo premies en los momentos adecuados. Llévate unas cuantas golosinas y dáselas cuando se lo merezca, es decir, cuando se haya dejado manipular por el veterinario: después del pinchazo, al bajar de la mesa de examinación, al salir de la clínica. Puedes darle alguna golosina al veterinario para que se la dé el también y así se haga “amigo” de tu perro.
Si vives cerca de la clínica veterinaria puedes ir varias veces un ratito con tu perro. Te sientas en la sala de espera y después de un rato te vas.